sábado, 6 de noviembre de 2010
Doisneau y Lope de Vega. Beso en el Hôtel de Ville (París-1950) Soneto en rimas. 1602
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.
No hallar, fuera del bien, centro y reposo;
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.
Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.
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Cerrar podrá mis ojos la postrera
ResponderEliminarSombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;
Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo
Es hielo abrasador, es fuego helado,
ResponderEliminares herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.
Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!
Francisco de Quevedo
(Una vez más)
Rogarla‚ desdeñarme; amarla‚ hundirme;
ResponderEliminarseguirla‚ defenderse; asirla‚ airarse;
querer y no querer dejar tocarse
y a persuasiones mil mostrarse firme;
tenerla bien‚ probar a desasirme;
luchar entre mis brazos y enojarse;
besarla a su pesar y ella agraviarse;
probar‚ y no poder‚ a despedirme;
decirse agravios‚ reprenderse el gusto
y‚ en fin‚ a baterías de mi prisa‚
dejar el ceño‚ no mostrar disgusto‚
consentir que le aparte la camisa‚
hallarlo limpio y encajarlo justo:
esto es amor y lo demás es risa.
Atribuido a Francisco de Quevedo
(lo de la camisa... no sé, no sé...)